El aspecto mental en la mejora del rendimiento en los deportes ha ido ganando importancia en los últimos años. Si, en la actualidad, exploramos los distintos aspectos de la preparación de los deportistas de élite nos damos cuenta de que la gran mayoría toman muy en serio esta parte mental. Además podemos ver que hay ciertos enfoques de la parte mental que cada vez se utilizan más en base a sus resultados.
En los deportes, en el mundo amateur, tradicionalmente al aspecto mental se le ha restado importancia, pero hay algunos de estos deportes, como el golf, en los que quienes los practican saben el peso que tiene poseer un buen “mindgame”.
Todos los que practicamos golf hemos podido observar cómo nuestro juego mental nos ha gastado una mala pasada y nos ha arruinado nuestra vuelta y, lo que es peor, nos ha terminado dejando frustrados y con una sensación de no haber disfrutado del recorrido.

Estar relajados y con atención plena sobre nuestro juego son dos factores clave que nos predisponen a hacer un buen y efectivo swing de golf, a hacer menos golpes en el campo y, lo que es lo más importante, a sentir que hemos disfrutado de nuestro juego y que lo hemos pasado bien.
Todo aquello que nos dificulte estos dos factores clave va a repercutir sobre nuestro juego mental y, en última instancia, sobre nuestro juego de golf.
Los humanos, aun perteneciendo al mundo animal, es evidente que somos muy distintos al resto de los animales. Una de las características más importantes y sobre las que se han hecho más investigaciones es nuestra capacidad para desarrollar el lenguaje y, con él, pensamientos.
Entre las características que nos aporta el lenguaje está la capacidad de “viajar” al pasado y al futuro, imaginar cosas, planificar, categorizar, juzgar, crear la posibilidad de que sintamos emociones correspondientes a eventos que pasaron hace muchos años como si esos eventos estuviesen ocurriendo en este momento, etc. Y lo que más nos interesa: nos da la capacidad de no tener nuestra atención enfocada en el momento presente.
Y, ¿cómo usamos esto a nuestro favor en nuestro juego? Podemos tener la tentación de pensar que una buena forma es tratando de dejar la mente en blanco, eliminar los pensamientos y estrategias similares. Pero hagamos un ejercicio práctico: intenta estar un minuto sin pensar en un elefante rosa…
Es inevitable pensar en el elefante y posiblemente cuanto más me esfuerce en que no aparezca, más acudirá a la mente. Desde la perspectiva Mindful una mejor forma de abordarlo es darse cuenta de cómo esos pensamientos aparecen, pero no entrar en esa conversación con uno mismo. El entrenamiento en atención que supone Mindfulness hace, con el tiempo, que los pensamientos y las emociones nos afecten de una forma distinta que favorece nuestro juego y nuestra forma de afrontar la vida en general. Cuando aprendemos a relacionarnos con los eventos mentales de esta forma, con Mindfulness, estamos aumentando nuestras posibilidades de entrar en estado de “flow” mientras jugamos al golf.

Todos hemos sentido ese momento en el campo de golf en el que estamos completamente atentos a lo que hacemos, rebozamos confianza, hacemos el swing sin esfuerzo y todo va rodado. El tiempo parece que se ralentiza y no nos damos cuenta de si tenemos hambre, sueño o ganas de ir al baño. Es lo que conocemos como estado de “flow”. Cuando el “flow” nos inunda, nuestro aparato sensomotor no encuentra interferencias de pensamientos y los recursos mentales se pueden enfocar plenamente en el movimiento de forma que el swing se vuelve mucho más efectivo.

Mindfulness requiere el desarrollo de tres habilidades: la primera es tener claro la intención con la que hacemos las cosas y tener la intención de prestar atención al momento presente. La segunda tiene que ver con la experiencia, tenemos que conectar más con la experiencia y menos con las ideas que tenemos acerca de la experiencia. La tercera es la amabilidad, una forma amable de relacionarse con los demás, con el mundo y con uno mismo; aceptar en vez de luchar y usar esta aceptación como base para cambiar las cosas en el futuro.
En golf como en la vida misma tu mente puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo.
¡Conviértela un tu aliado!
Luis Zavala, Psicólogo Deportivo experto en Mindfulness
https://www.empiricamindfulness.com/